Rehabilitar un edificio de forma sostenible
Rehabilitar un edificio supone siempre un compromiso entre la visión de quien lo planificó y diseñó y las nuevas opciones y utilidades que se le pueden agregar, además de actualizar sus estructuras y recursos acorde a lo necesario para adaptarlo, mediante dicha rehabilitación, a las necesidades y requerimientos legales sobre certificación energética y sostenibilidad.
Muchos edificios no fueron preparados en su concepción para tener en cuenta factores como la ubicación, las horas de sol, la ventilación o incluso los materiales.
Rehabilitar de forma sostenible un edificio es un desafío siempre, no solo por lo que hemos hablado antes, sino también porque no todas las medidas sostenibles más vanguardistas se podrán implementar, y dentro de lo que se puede, se usarán las más sostenibles para la estructura, antigüedad y características del edificio, los materiales empleados y las necesidades que requiere para la certificación energética.
Planificar esa rehabilitación y llevarla a cabo tiene mucho que ver con conocer de forma precisa y adecuada frente a qué tipo de edificio estamos, qué vida ha tenido y en un segundo paso un reconocimiento en profundidad: sistema eléctrico, ventilación, aislamiento, tuberías…
Todo lo que se puede mejorar y hacer más sostenible dentro de las capacidades de la propia estructura se sustituye y mejora, además de hacer un estudio de la ubicación del propio edificio, de las horas de sol, del viento que incide y el aislamiento natural, la presencia de zonas verdes alrededor y de árboles ante el propio edificio. Hay que sumar a esto los elementos presentes en él que podrían afectar a los habitantes como la posible presencia de amianto, pinturas con plomo y otros materiales que habría que remover.
No siempre se podrá implementar las máximas mejoras en la rehabilitación pero sí las necesarias para obtener una certificación adecuada. Esto se debe a que en el momento de su diseño se consideraban otros factores y no se tenía en cuenta algo como la sosteniblidad; esto sucede porque en pleno auge del petróleo los diseños no tenían en cuenta los factores naturales —de los que ya hemos hablado— sino cumplir con el diseño y las necesidades de calefacción y de refrigeración que se suplían con los sistemas adecuados pese a haber formas más efectivas de hacerlo. Cuestión de momentos históricos.
Así, un edificio antiguo puede convertirse en un edificio antiguo y sostenible, siempre respetando su estructura e historia pero teniendo como objetivo la sostenibilidad y el compromiso con el futuro.