rehabilitación sostenible de edificios

La rehabilitación sostenible de edificios.

Como comentamos en el post anterior del Síndrome del edificio enfermo, la solución pasa por la rehabilitación sostenible de edificios. En un país donde el parque de edificios excede fácilmente los 30 años, no decimos que todos los edificios produzcan el síndrome, pero sí que pueden mejorar sus instalaciones, tanto de viviendas como de espacios de trabajo, acometiendo una serie de obras y reformas de perspectiva sostenible.

¿En qué consiste la rehabilitación sostenible de edificios? Consiste en un primer lugar, en una concienciación. Una concienciación sobre el propio edificio, su estado, observar su consumo, sus gastos, ver cómo está iluminado, si saca partido a la iluminación natural, ver si resulta cómodo a los que trabajan o viven en él. La concienciación, es el primer paso.

¿Qué proporciona la rehabilitación sostenible de edificios? Números (en función del caso):

  • Ahorro de entre el 5 y el 20% en el consumo de energía.
  • Disminuye entre un 25 y un 25% las emisiones de CO2 del edificio.
  • Ahorros de consumo de energía por local o vivienda de muy considerable cantidad (aquí hablamos de a partir de 500€, aunque no generalizamos, también depende de cada edificio y sus características).

Para hacer y conseguir todo esto se acometen varias partes en la intervención:

  • Reducir la demanda energética del edificio, atendiendo a su ubicación, sus necesidades, su orientación. Para ello se mejora el aislamiento térmico, fachadas y cubiertas, ventanas y puertas.
  • Remoción de los elementos que pueden producir síndrome del edificio enfermo y que tienen mucho que ver con los elementos utilizados anteriormente en su adecuación o construcción.
  • Mejora de las instalaciones y equipos, buscando aquellos certificados en eficiencia energética.
  • Implantación de energías renovables en lo posible.

Cada edificio es distinto, fue construido con una idea y una intención y sus necesidades variarán enormemente. Es nuestra responsabilidad valorar eso y ver qué necesidades existen en ellos para poder mejorar con una rehabilitación sostenible de edificios la calidad de vida de aquellos que están en él, garantizando la funcionalidad del propio edificio y su validez extendida en el tiempo sumando las nuevas garantías para sus habitantes.