Construcción sostenible, el verde y los espacios naturales.
Ya sea en un espacio privado, o sea, en un hogar, como en una oficina o edificios dedicados a albergarlas, dentro de la construcción sostenible y su preocupación por el medio ambiente también hay un espacio muy marcado para “lo verde”.
Los edificios y proyectos que ahondan en este aspecto son aquellos que son más conscientes de lo necesaria que es la presencia de elementos naturales en toda la construcción. Desde patios, externos o internos, a espacios muchos más grandes como jardines o piscinas sostenibles, o simplemente jardines verticales o cubiertas ajardinadas, contribuyendo esta presencia de árboles y plantas a todos ellos a reducir la contaminación, mejorar el aislamiento térmico de los edificios y moderar la temperatura incrementando el confort climático y acústico de las ciudades y favoreciendo a la biodiversidad, en definitiva, mejora nuestra calidad de vida.
El verde en la arquitectura es un elemento de la construcción sostenible que ya es esencial y forma parte de la planificación. Una oficina con más presencia de plantas y de pequeños rincones ajardinados mejora mucho la calidad de vida y el desempeño, incluso a nivel subconsciente, de quienes desarrollan su actividad en ella. Las oficinas son espacios donde las personas pasan mucho tiempo en su vida laboral y un entorno agradable favorece que se esté más cómodo. Por supuesto esto no es potestad única de las plantas: una buena planificación sostenible aprovechará más factores como la ubicación, la iluminación natural, las distintas alturas, corrientes de aire y todo factor que pueda tenerse en cuenta para mejorar la sostenibilidad del proyecto y del entorno.
Pero la presencia de plantas y entornos verdes se ha probado como algo beneficioso para quienes pasan tiempo en esos lugares, desde hogares a trabajos. Y esto se debe a que esos seres vivos además de mejorar nuestro ánimo también colaboran purificando el aire y aportando frescor.
En cuanto a las zonas ajardinadas siempre se busca el mejor equilibrio. No tendría mucho sentido sostenible poner grandes extensiones de césped en una zona donde no abunda el agua, por lo que se optará siempre por especies autóctonas y jardines que se puedan mantener con poco esfuerzo, además del beneficio que aportan.
El verde en la construcción sostenible es un factor más a tener en cuenta, es la integración de la naturaleza en los espacios de vida y desarrollo de los seres humanos y cuanto mejor integrados estén, más amigable será el lugar para quienes estén en ellos.