Aislamiento sostenible en edificios rehabilitados
Cuando se aborda un proyecto tan complejo como interesante como puede ser la rehabilitación sostenible de un edificio, en muchas ocasiones aparecen dudas o procedimientos a llevar a cabo en cuanto al aislamiento del edificio.
Aislar bien un edifico en rehabilitación supone acabar con parte del desperdicio de energía que se puede dar en este, sobre todo teniendo en cuenta su antigüedad y lo que se solía hacer en la época en la que fue construido, que tendría sus características propias en cuanto a materiales, formas de construcción, etc.
El aislamiento y rediseño térmico se convierte en una de las grandes ocupaciones y preocupaciones de una rehabilitación sostenible. Hay que observar el aislamiento térmico de los cerramientos existentes, así como la eliminación de puentes térmicos, cosa que una obra nueva se puede plantear desde el principio, en una rehabilitación sostenible es algo más complejo ya que no fue contemplado en su momento o los materiales utilizados no estaban pensados con esa perspectiva.
Varias de las técnicas e implementaciones que se realizarán en un edificio que requiera de este tipo de rehabilitación pasará por examinar las paredes en busca de paredes con cavidades que facilitan la salida de energía y, por tanto, habrá que rellenarla con material aislante inyectado.
También se revisará el aislamiento interior y se anexará una hoja o placa de yeso (trasdosado) con aislante térmico para proteger las paredes y ofrecer ese aislamiento necesario.
Las vigas también serán protegidas con un aislamiento sobre y entre ellas (aislamiento de espacio bajo cubierta) y en el caso de sobre cubierta se trabaja en un aislamiento sobre faldón y con un sistema de cobertura que proteja adecuadamente de los elementos.
En los suelos se pondrá un aislamiento rígido bajo el acabado, lo que ayudará a que se conserve mejor la energía y no se disperse a través de él.
Como puede verse con estas indicaciones el trabajo de aislamiento sostenible en una rehabilitación es sin duda arduo y tiene que estar bien programado para poder ofrecer la máxima eficiencia en un edificio ya construido y readaptado para mejorar su huella de carbono a la par que mejorar la calidad de vida de sus inquilinos.