Aislamiento térmico sostenible en Granada
Aislamiento térmico sostenible: ¿Qué necesita?
Una de las principales preocupaciones a la hora tanto de la vivienda nueva como de la rehabilitación sostenible reside en el tipo de aislamiento térmico sostenible que vamos a instalar en ella, ya que en función de la localización no nos va a valer cualquiera.
Como es lógico cada ubicación tiene unas necesidades concretas e, incluso, la orientación de la vivienda o bloque de viviendas, puede influir también en el tipo de aislamiento térmico sostenible. No es lo mismo instalar un aislamiento para inviernos duros en una edificación orientada al norte que otra que necesite aislarse más del sol porque tiene una orientación sur, muchas horas de luz en verano y cuyo exterior no acompañe para disipar el calor.
Existen aislantes térmicos ecológicos y sostenibles que pueden ayudar, en función de la construcción, uniendo a su factor de funcionalidad el hecho de ser ecológico y de algunos beneficios aparejados que superan los de las lanas minerales:
- Su durabilidad
- El ser reciclables y biodegradables cuando acaba su vida útil,
- No tener componentes tóxicos ni plásticos, derivados del petróleo.
- El compromiso para su mínimo consumo de energía en la fabricación del aislante
- La gran capacidad para el aislamiento térmico además con una baja conductividad. Es decir, que son malos transmisores/conductores del calor, por lo que la pérdida del que se genera en el interior es mínima (conductividad térmica).
Elementos ecológicos y sostenibles como el corcho tratado a presión, (sin cola), la lana de oveja que es además un gran regulador natural de la temperatura y que es 100% ecológico y renovable. El cáñamo es una fibra que además observe el CO2 de forma natural durante su crecimiento por lo que además supone un intercambio de huella de carbono a nuestro favor al usarlo.
El lino también es un cultivo y que no necesita tratamientos adicionales tras su recolección y que es muy estable, además de aislante acústico, también, aunque, eso sí, no se recomienda para ambientes húmedos.
La celulosa que proviene del reciclaje del papel puede resultar, tras molerlo y tratarlo con sales de bórax, que lo hacen especialmente resistente a los insectos y hongos, además de ignífugo, se convierte en un gran aislante térmico sostenible, además de proteger también en el ámbito acústico.
Hay más soluciones ecológicas y sostenibles para el aislamiento térmico sostenible, tanto en nueva construcción como en la rehabilitación de edificios de forma sostenible pero realmente lo que hay que plantearse es el valor real que tiene ese compromiso con la sostenibilidad al optar por ella para hacer los aislantes térmicos de la construcción: es un compromiso con generaciones futuras y con el Medio Ambiente.