mobiliario urbano sostenible

Mobiliario urbano sostenible

Mobiliario urbano sostenible

En los avances hacia la sostenibilidad urbana también tienen que afrontar diversos desafíos, muchos de ellos heredadosde un momento histórico en el que en la arquitectura y diseño urbanos se desentendían de los conceptos del aprovechamiento de las posibilidades ambientales circundantes, decantándose por solventar los problemas con gasto energético.

Algunos de esos desafíos ya se han empezado a atacar gracias a los avances tecnológicos sobre todo en materia energética, precisamente, con recursos que gastan menos dando igual o mejor resultado que los ya presentes y empezando a sustituirlos. Desde los alumbrados LED hasta los parquímetros solares, elementos diversos que provienen del reciclaje y el buscar soluciones directamente en la naturaleza como el incremento de las zonas verdes para aumentar la calidad del aire.

Los avances prosiguen y junto a la obra pública cada vez más sostenible, el mobiliario urbano con esas características también se deja ver y evoluciona. Lo que en un momento nos pareció futurista en pocos años se convierte en habitual, desde las marquesinas emisoras de wifi pública a bolardos de caucho reciclado. Hay iniciativas como Life Future que ayuda a los municipios a la hora de incluir las cláusulas ambientales sobre mobiliario urbano en las licitaciones.

Y es que la investigación en este ámbito y la ejecución de las obras por parte de empresas altamente concienciadas solo llevan al punto en que se mejore la calidad de las ciudades a nivel de sostenibilidad, mejorando también, de paso, el consumo energético y fomentando la aparición de más infraestructuras y exigencias en sostenibilidad coherentes con la evolución actual de las propias ciudades. Todo para los ciudadanos, para los que habitamos el planeta, por los recursos y cuantos se ven afectados por la disminución de estos.

A veces el comienzo parte del microuniverso, de algo como instalar luces LED en tu propia casa e ir implementando en la medida de lo posible cada vez más mejoras. Ir de dentro afuera y dejar que lo de fuera permee en lo de dentro para hacer de este un mundo que cada vez acuse menos nuestra huella de carbono y donde respirar aire limpio no sea una hazaña.

Y es que cada vez más debemos mirar por la disminución de CO2 en la atmósfera y el mantenimiento de recursos y reutilización de estos. Este es el caso del empleo, en algunas zonas de pavimentos formados por baldosas que se fabrican con los residuos procedentes durante la producción del acetileno, y que incorporado a pavimentos y fachadas hace que esas superficies adquieran la capacidad de absorción del CO2, siendo además un producto en el que el 100 % es material reciclado, presentando así un beneficio añadido.

Es la calidad del mobiliario urbano la que hace también su parte en estas ciudades que cada vez tienden más al modelo de Smart City, donde el propio mobiliario participa, es funcional y creado con base no solo en la sostenibilidad sino en mejorar el ambiente que lo rodea. No por tener wifi, en sí, sino por tener, por ejemplo, capacidad de filtrado de aire, eliminación de contaminación o mejora de la información sobre la propia ciudad.

sostenibilidad en ciudades

Cambios sostenibles en las ciudades

Cambios sostenibles en las ciudades.

Como empresa dedicada a la construcción y haciendo hincapié en la sostenibilidad, vemos (a la par que deseamos más) los cambios que se van produciendo en los modelos de las ciudades buscando la sosteniblidad. Ya no por la construcción sostenible de edificios o la rehabilitación de edificios con parámetros de sostenibilidad, sino también en la conecptualización de los espacios urbanos.

Si bien el cambio ya está en marcha aunque no con la velocidad que a todos los preocupados por este punto nos gustaría, podemos ver que el énfasis en los diversos procesos empieza a dar sus frutos. Que a todos nos gustaría que se declararan las ciudades, como el caso danés, como ciudades sostenibles. Pero no siempre es posible. Ciudades monumentales como Granada, Toledo, Barcelona o Sevilla pueden tener algunos inconvenientes porque el patrimonio histórico es delicado, pero siempre hay soluciones que implantar. Si algo ha demostrado la sostenibilidad es que siempre es posible en mayor o menor grado. Poco a poco pueden ir asomándose, con los cuidados y medidas adecuadas al Green City Index y la red de ciudades inteligentes.

A todos nos agradaría sumamente encontrar ya los huertos urbanos, los jardines verticales, la aplicación efectiva de las TIC en todo su potencial. Son cambios e implementaciones que se dan progresivamente y cada vez más.

Estos cambios se deben sobre todo a la concienciación, a la información evidente de los cambios a nivel clima y ecología que hacen cada vez más necesaria una intervención sostenible en las urbes. No ya solo en los edificios sino también en la forma de entender la obra pública que facilite la construcción y actualización de las mismas con métodos lo menos perjudicial posible. Muchos son los adelantos en ingeniería, arquitectura, mecánica, electricidad y nuevas tecnologías que pueden facilitar este punto e integrarse en un todo para hacer ese ambiente urbano lo más amigable posible al ecosistema y el entorno.

Todo es posible y mejorar el desarrollo de las ciudades es cada vez más urgente, además de posible.

La emisión de CO2, las Smart Cities, el consumo racional de agua y electricidad, la profusión de zonas verdes, el alumbrado público, la actualización de los edificios públicos, la protección del patrimonio cultural y su difusión, el transporte y el mobiliario urbano, el empleo de materiales que favorecen la sostenibilidad…  Cada una es una pequeña conquista que expandir a otras ciudades y potenciar, mejorar, buscar hacer el menor impacto en nuestro alrededor sin renunciar a las comodidades y al avance.

Porque es posible, UC10 cree y apuesta por ello.

luz sostenible

La luz en los edificios sostenibles

Uno de los elementos más importantes en la sostenibilidad es sin duda la luz. La luz natural está íntimamente ligada a la planificación y creación de espacios sostenibles y es algo que podemos comprobar en cualquier edificación de este tipo, donde preponderan los techos altos, los grandes ventanales, los espacios diáfanos que producen un gran aprovechamiento de la luminosidad diurna en su espacio.

¿Por qué es tan importante para una edificación sostenible?

Principalmente porque es un recurso natural renovable que permite suministrar una buena iluminación a toda la construcción previo estudio. Previo estudio porque no vale cualquier localización. Uno de los puntos más importantes es la ubicación del espacio donde se va a construir para estudiar el entorno, las elevaciones y la orientación más óptima al espacio y de esa manera favorecer que en dicha construcción sostenible va a haber un suministro de luz lo más aprovechable posible.

Y aunque no ha sido siempre una prioridad, puesto que la forma de construir hasta hace poco era “plantar” el edificio y la luz exterior era casi accesoria en muchos casos, al tenerlo en cuenta en los espacios sostenibles se puede gestionar desde cuántas horas de luz se va a tener por estación hasta cuánto ahorro a suponer ello en iluminación artificial.

Porque ese es el segundo punto importante.

Nada suple la luz natural a la hora de iluminar un espacio interior, pero tanto en las horas de oscuridad como en algunas del día en los que el sol cambia a una trayectoria menos óptima para los interiores, van a hacer falta luminarias interiores en la vivienda.

Esas luminarias interiores serán elegidas específicamente por su durabilidad y sostenibilidad, además de su colocación estratégica para maximizar la iluminación que proporcionarán a la vivienda u oficina, de tal forma que la estancia posea la luz necesaria y suficiente para llevar a cabo una cierta actividad, pero sin llegar al exceso.

Protección de la luz.

Otro aspecto importante es la colocación de láminas protectoras en las ventanas para proteger el interior de la influencia de los rayos UV, que además ayudarán a matizar la luz evitando deslumbres que haga que se quiera opacar la entrada de luz, buscando un tono de iluminación de luz natural lo más agradable posible.

La luz en definitiva es una de las mejores herramientas que disponemos en el interior de una construcción sostenible.

sostenibilidad

Los pequeños gestos de sostenibilidad

A veces los pequeños gestos tienen más efectos que las grandes campañas de concienciación. No se trata de ir de puerta a puerta hablando de los beneficios de la sosteniblidad y la conciencia ecológica. En la rehabilitación sostenible de edificios, muchas veces, una simple conversación puede hacer más que una gran campaña publicitaria. Porque el factor humano importa.

Es más efectivo mostrar. Mostrar que los edificios con un adecuado aislamiento, aunque sean de antigua construcción mejoran enormemente la calidad de vida de sus habitantes. Que los jardines que se pueden habilitar en terrazas, ojos de patio, azoteas, ayudan a reducir las temperaturas a crear pequeños pulmones verdes que, si se fueran esparciendo, ayudarían en mucho a arreglar y mejorar el entorno incluso de las grandes ciudades.

A fin de cuentas la sosteniblidad no es solo para los edificios de obra nueva, con un presupuesto millonario y una ubicación privilegiada o con mucho potencial. Se puede aplicar igualmente a los edificios ya construidos y con una empresa de rehabilitación sostenible debidamente certificada, optar por convertirlos, más con gestos que con conceptos, en edificios más sostenibles, responsables, adecuados. Y a la vista de los demás. Porque ese pequeño gesto de cambiar aislamientos, sustituir luces por LEDs, cambiar los acristalamientos por otros más aislantes que reduzcan la ruptura del puente térmico, ese hecho es más convincente que cualquier folleto.

Porque la sostenibilidad se ve, igual que se ve la contaminación. Se ve que es una inversión, pero también que es una apuesta de futuro. Las placas solares o la energía aerotérmica son formas de concienciarse y formalizar esa apuesta.

El mundo cambia, evoluciona, la sostenibilidad ya no es una opción, tiene que convertirse en una necesidad para poder paliar lo que vemos, lo que respiramos, para tener ciudades cada vez más responsables y adaptadas a los cambios actuales y futuros y en nuestra concienciación, en nuestros pequeños pasos, está el cambio.

boina de contaminacion

La boina de la ciudad

Es esa mancha gaseosa marrón-negruzca que como una tapadera acecha la ciudad. Y ese no va a ser un buen día. Normalmente lo vemos a primera hora pero a veces también al atardecer, y sobre todo en otoño-invierno. ¿Por qué en estas fechas? Porque es cuando más contaminantes se liberan a la atmósfera, sobre todo por parte de las calefacciones y los coches.

La boina está formada por óxido de nitrógeno (NO2) y partículas respirables en suspensión conocidas como PM10 y que es lo que llega a parar a nuestros pulmones. Y siempre se da en esos breves lapsos de bonanza que se producen en esas dos estaciones, puesto que el tiempo anticilónico hace que la contaminación “se atasque”, pues las altas presiones no las dejan salir, y la ausencia de vientos y lluvia impide que la atmósfera se “lave” precipitando esos contaminantes al suelo (lo cual tampoco es la más feliz de las ideas). Estamos en un círculo muy difícil de combatir. Ciudades como Copenhague han sido declaradas como las más responsables al velar por que esto no se produzca. Primer Mundo. Ciudades como Calcuta, Mumbai o Beijing son algunas de las que tienen alertas de “atmósfera tóxica” o “no respirable” y los que, porque no queda otra, tienen que salir, lo hacen con máscaras con potentes filtros, como en las más agoreras fantasías cinematográficas de Netflix y otras productoras (IO, Terra Nova…).

El camino de la sostenibilidad.

Es esa ruta que, sin ser fácil permitiría combatir la situación. La sostenibilidad tanto en nueva construcción como en rehabilitación, aprovecha todos los medios a su alcance para lograr que un espacio habitable consuma los mínimos recursos posibles pero maximizando la comodidad de sus habitantes. Y no solo durante su periodo de uso sino ya en su propia conceptualización y construcción. La idea es aprovecharlo todo: luz natural, recursos naturales como jardines, árboles y vegetación, ubicación, elevación del terreno y distribución de las viviendas, todo orientado a necesitar lo mínimo en factores climatizadores y de gasto contaminante de energía en pos de un equilibrio que podría ayudar a luchar contra esa boina entre otras cosas.

Es un trabajo a largo plazo: no se puede adaptar todo de la noche a la mañana. Queda por delante un largo trabajo de concienciación, una dura labor de convencer y mostrar lo que la sostenibilidad y los certificados energéticos pueden hacer por la habitabilidad y mejora del medio ambiente. Pero es nuestra lucha, y en ella seguiremos.

 

ventajas de un edificio sostenible

¿Dónde notarías la renovación sostenible de tu edificio en Granada?

Granada, junto a Cádiz, por pura medición meteorológica, es una de las ciudades más soleadas del sur. Aunque no lo parezca, con más de 3000 horas de sol al año, además de tener un núcleo de edificios en muchas zonas de la urbe capital que requerirían una buena reforma sostenible. Pero ¿por qué?

Los edificios de Granada, en muchos casos (dejando de lado el casco histórico, que tiene cientos de años, y las casas palacio, y construcciones similares), superan los 30 años de uso. Una reforma sostenible no es una opción más: es la mejor opción para darles más vida de nuevo y hacerlos no solo más habitables sino suponer un beneficio a la larga.

Granada es una ciudad que se merece más y mejor sostenibilidad, y realizar esas rehabilitaciones sostenibles de edificios redundaría en su beneficio.

Una familia que viva en un edificio rehabilitado de forma sostenible verá muchos beneficios aunque a veces no inmediatos:

En los inviernos, sin duda, percibirán que necesitan menos calefacción puesto que esa sostenibilidad se aprecia en el aislamiento mejorado, la luz solar (y ya que tenemos tantas horas…) y toda oportunidad de controlar más eficientemente la temperatura.

Pero también lo notarán en la factura de la luz. Es cierto que un edificio rehabilitado de forma sostenible no puede aprovecharse de algunos factores como los de obra nueva, pero sin embargo sí puede usar lo que ya tiene, desde las terrazas hasta las entreplantas, las ventilaciones naturales para aliviar los veranos y en invierno los mejores aislamientos a la par que una iluminación más eficiente mediante leds mejor posicionados, además de aprovechar hasta el último ápice de luz natural.

El invierno no es el problema, ni los calurosos veranos. Es el aprovechamiento del espacio, la ubicación y las posibilidades para la eficiencia energética, porque no hay edificio que no pueda rehabilitarse de forma más eficiente, y ahondar en la sostenibilidad. Porque además, esta, la sostenibilidad, no es cosa de un edificio. Cuantos más se sumen, más se notará después en el entorno. Tanto en la ciudad como en el medio ambiente en particular, en la huella de carbono.

¿En qué se beneficia uno de un edificio rehabilitado sosteniblemente? Podría decirse que, a la larga, en lo económico. Pero eso en realidad es solo, casi, una circunstancia secundaria: es en nuestro alrededor, en la calidad de vida, y en cómo beneficiamos a la ciudad, el entorno, y a la historia de Granada mejorando sus edificios y haciendo mucho más con muy poco, con una rehabilitación sostenible en Granada de su parque de edificios de viviendas.

aislamiento de fachadas

Sostenibilidad en Invierno

Cuando llega el frío es normal que la factura de luz se nos dispare. A fin de cuentas queremos tener nuestro hogar caliente para disfrutar de él en las horas de mayor frío del exterior.

Pero en muchas ocasiones nos influye el hecho de no tener nuestra casa, piso, apartamento, estudio, nuestro hogar, realmente a prueba del frío. No es sostenible. ¿En qué se diferencia uno sostenible de otro que aún no ha sido reformado de forma sostenible o que no ha sido creado teniendo en cuenta las recomendaciones de sostenibilidad?

En muchos puntos:

Económicamente: si el edificio no ha corregido muchos de los puentes térmicos, si no tiene las paredes exteriores bien aisladas, acristalamientos dobles, si no ha contemplado los puntos esenciales de la sosteniblidad, todo el calor que se produzca en su interior será ineficaz y tenderá a dispersarse y a necesitar más y más energía para calentar la misma área. En cambio un lugar sostenible aprovechará al máximo cada ápice de calor puesto que está perfectamente aislado, lo que le permite necesitar menos energía para calentar la misma cantidad de metros cuadrados.

Energéticamente: la demanda energética en un edificio no sostenible, tanto de nueva obra como antigua no reformada acorde a las especificaciones de lo sostenible y responsable hace que no se aproveche tanto la parte más pasiva de la energía como la producida de forma activa. Así, no aprovechará las horas de sol para calentar el lugar debido a la orientación. Tampoco el aislamiento será eficaz y la energía que se produzca en el interior puede salir a través de la ruptura de puente térmico, esto es, el aislamiento ineficaz de puertas y ventanas.

Aprovechamiento: y es que solo el tener una ventilación natural y pensada en todo el edificio puede ayudar a eliminar humedades, puntos negros tantos de pérdida de energía como de habitabilidad, mejorando el entorno.

Naturaleza cercana: algo tan sencillo como un pequeño jardín puede beneficiar a todo el edificio y a ayudar a mantener las temperaturas, siendo especialmente trascendente en verano, para dar sombra, y en invierno para impedir el impacto de los vientos más fríos. Las ventajas nos las dio la naturaleza hace tiempo. Y si esta naturaleza es autóctona del lugar donde estemos construyendo o reformando, mejor, por su mínimo mantenimiento debido a que son especies que están aclimatadas a la zona y lo que permitirá consumir menor recursos de la naturaleza.

La sostenibilidad no es algo simplemente deseable: es algo a lo que aspirar. Por nosotros, por nuestro entorno. Vale, también un poco por nuestro bolsillo, por qué no decirlo, si es cierto. Y es que la cadena de lo sostenible empieza con una pequeña acción y acaba teniendo repercusiones en todo lo que nos rodea.

aislamiento

Aislamiento sostenible en edificios rehabilitados

Cuando se aborda un proyecto tan complejo como interesante como puede ser la rehabilitación sostenible de un edificio, en muchas ocasiones aparecen dudas o procedimientos a llevar a cabo en cuanto al aislamiento del edificio.

Aislar bien un edifico en rehabilitación supone acabar con parte del desperdicio de energía que se puede dar en este, sobre todo teniendo en cuenta su antigüedad y lo que se solía hacer en la época en la que fue construido, que tendría sus características propias en cuanto a materiales, formas de construcción, etc.

El aislamiento y rediseño térmico se convierte en una de las grandes ocupaciones y preocupaciones de una rehabilitación sostenible. Hay que observar el aislamiento térmico de los cerramientos existentes, así como la eliminación de puentes térmicos, cosa que una obra nueva se puede plantear desde el principio, en una rehabilitación sostenible es algo más complejo ya que no fue contemplado en su momento o los materiales utilizados no estaban pensados con esa perspectiva.

Varias de las técnicas e implementaciones que se realizarán en un edificio que requiera de este tipo de rehabilitación pasará por examinar las paredes en busca de paredes con cavidades que facilitan la salida de energía y, por tanto, habrá que rellenarla con material aislante inyectado.

También se revisará el aislamiento interior y se anexará una hoja o placa de yeso (trasdosado) con aislante térmico para proteger las paredes y ofrecer ese aislamiento necesario.

Las vigas también serán protegidas con un aislamiento sobre y entre ellas (aislamiento de espacio bajo cubierta) y en el caso de sobre cubierta se trabaja en un aislamiento sobre faldón y con un sistema de cobertura que proteja adecuadamente de los elementos.

En los suelos se pondrá un aislamiento rígido bajo el acabado, lo que ayudará a que se conserve mejor la energía y no se disperse a través de él.

Como puede verse con estas indicaciones el trabajo de aislamiento sostenible en una rehabilitación es sin duda arduo y tiene que estar bien programado para poder ofrecer la máxima eficiencia en un edificio ya construido y readaptado para mejorar su huella de carbono a la par que mejorar la calidad de vida de sus inquilinos.

arquitectura bioclimática

Arquitectura bioclimática en el pasado.

Porque no lo hemos inventado ahora, la verdad. La sostenibilidad es algo que se ha descubierto y redescubierto muchas veces. La arquitectura bioclimática, pese a su nombre moderno y futurista, es el término que se utiliza para hablar de cierto tipo de sostenibilidad arquitectónica que aprovecha diversos factores a la hora planificar la construcción.

Podemos encontrar antecedentes notables de este tipo de construcción, la arquitectura bioclimática, en la antigua Grecia, China y Roma. Vamos que no nos lo hemos sacado de la manga sino que hemos aprendido de los mejores, aquellos que ya, con sus medios, empezaron a pensar en cómo sacar mejor partido a la ubicación de sus edificaciones y que les permitiera maximizar las horas de luz, el calor, el viento y el terreno. Y es que de eso va la arquitectura bioclimática.
Ya lo decía Sócrates (siempre a través de Platón), cuando hablaba de que en las casas orientadas a sur el sol entraba por el pórtico cuando era invierno y en verano el arco del sol se eleva por encima del tejado y ello provocaba sombra. Esto, que es de lógica observacional y fue asentado más tarde por Aristóteles, sentaría las bases del aprovechamiento de ubicación en la arquitectura coetánea y del futuro. Palabras históricas también podemos encontrarlas en Vitruvio y sus “Diez libros de arquitectura” donde enunciaba que “una casa para Egipto no es adecuada para Roma”, en atención a las técnicas y el aprovechamiento de la ubicación.

En este tipo de arquitectura bioclimática, los materiales, además de la ubicación, también influyen. En Roma se usaban materiales en sus baños y termas con base de mica para crear capas que absorbieran el calor exterior y lo dispusieran, para mayor confortabilidad de su interior.
Otro factor más es el uso de los materiales del entorno donde se va a realizar la construcción. Ya sean cuevas o tejados de tepe aislante iguales a la vegetación que se extiende en los alrededores.

Si observamos estos factores: ubicación, orientación, materiales, tenemos los principios en los que se apoya la arquitectura bioclimática sostenible actual, donde podemos encontrar que los materiales son siempre lo más inocuos para el medio ambiente posible, con proliferación de plantas y cubiertas vegetales (como las cubiertas de tepe de las cabañas escandinavas); la orientación, que determinará el aprovechamiento de la luz, la ventilación pasiva y natural; la ubicación, que también determinará los elementos disponibles, las ventajas, ya sea en la rehabilitación sostenible de un edificio como en una construcción de nueva obra, para determinar todo lo que puede ser una ventaja y representar un ahorro, así como reducir al máximo la huella de carbono, así como las necesidades de aislamiento, los puentes térmicos, además de los elementos que van a intervenir en el edificio para su iluminación y climatización más efectiva.

Los árabes aprovecharon las ideas romanas del patio interior, que la arquitectura regional andaluza aprovechó, con fuentes – compluvios, plantas y sombra para reducir el calor meridional.

Hay muchos ejemplos más de ese pasado, de toda la historia de la arquitectura bioclimática que, hasta mediados del siglo XX imperaba y que se dejó de lado con la proliferación de los combustibles fósiles y la estandarización de la construcción que usó de esos combustibles fósiles para las climatizaciones e iluminación artificial más masiva.

Ahora hemos retomado en muchos puntos, en un ejercicio de redescubrimiento todos esos factores de la arquitectura bioclimática que nos llevan hasta la sostenibilidad más responsable y que es un ejercicio de responsabilidad, tanto en las nuevas obras como en la rehabilitación sostenible de edificios.

Links:
https://pedrojhernandez.com/2014/03/01/antecedentes-historicos-de-la-arquitectura-bioclimatica/
https://www.cubasolar.cu/biblioteca/energia/Energia22/HTML/articulo07.htm
https://www.arqhys.com/construcciones/historia-arquitectura-bioclimatica.html

jardines verticales

El Verano. Dos historias de dos hogares. Sostenibilidad.

Vamos a relatar dos historias. No muy largas, de verdad, pero muy explicativas.

El apartamento de Ana.

Ana tiene un apartamento. Es un piso que mira al Este, así que le llega toda la  luz de mañana. Eso hace que la casa se caliente bastante, ahora que llega el verano, hasta el mediodía, cuando el sol cruza por encima del edificio. Al estar en la última planta, además, el terrado hace que se caliente más. Las ventanas son de aluminio, y además del ruido de la calle, el cristal también se calienta y promete que este verano va a ser verdaderamente duro. Puede bajar las persianas, claro, y lo hace cada mañana. Eso hace que el aire en la casa se estanque un poco y que al llegar sienta que debe ventilar la casa y dejar que entre el aire exterior o conectar el aire acondicionado.
Sucede que en su bloque hay muchos aires acondicionados. Los motores expulsan el aire caliente, que sube hasta donde ella vive y no pueda abrir la ventana sin sentir que ha abierto la puerta de un horno.
Para colmo el edificio de enfrente es uno bloque de oficinas ultramoderno… con toda la fachada de cristal. Al reflejarse el sol de tarde, la casa de Ana parece un hornito (muy cuco, eso sí, tiene buen gusto y lo ha decorado en blancos y decoración nórdica, con alguna maceta); el aire acondicionado hace su trabajo, pero a poco que sale del salón nota el calor aplastante y la humedad en el pasillo, y tiene que conectar otro aire acondicionado en la habitación para intentar regular la sensación térmica para regular la temperatura, con el consiguiente gasto, además, en la factura eléctrica. A Ana le gusta su casa, pero no le gusta sentirse un garbancito en ella.

Silvia y el apartamento con plantas.

Silvia hace poco que pudo mudarse al apartamento. Era un edificio antiguo, la verdad, pero lo han reformado para hacerlo, dicen, sostenible. Cuando ella venía a ver a los abuelos, era un pequeño suplicio: ventiladores, mal ventilado, instalación eléctrica regular, ruidos, humedades, las ventanas no cerraban bien y no aislaban.
Hace poco de la reforma y ella se quedó en el piso.
Es pleno verano y todavía no ha tenido que encender el aire acondicionado. La casa se mantiene fresca. Al parecer reformaron toda la fachada para que se aislara mejor del calor y la luz solar. Las ventanas son aislantes y no dejan entrar ruido ninguno, ni que se pierda calor o fresco. Hay plantas por todo el bloque, y en el ojo de patio hace fresco, además con la multitud de plantas que pusieron, incluso en las horas más calientes del día.
Es cierto que tuvo que poner un buen dinero para la reforma, las derramas o como quiera que se llamara aquello que hicieron en el edificio, pero ahora empieza a notarlo, casi seis meses después, en las facturas del consumo energético.
Le ha dado un aire moderno, de estudio, al viejo apartamento, y puede comprobar cómo, al caminar descalza, no siente el embaldosado caliente, sino que está casi fresco. Las luces son todas nuevas, de esas LEDs que están poniendo en todas partes, y  el aire acondicionado que solo ha puesto un par de veces, sobre todo cuando ha tenido invitados, tenía un librito que decía no sé qué de muchos certificados energéticos. La cuestión es que enfría pero no hiela, como sucede con otros que, como te pille debajo, necesitas una chaqueta; y a veces con dejarlo en ventilador para que mueva el aire es más que suficiente. No echa de menos el edificio donde vivía antes, cerca de su amiga Ana.
Además, ahora ha puesto unas cuantas plantas, un jardín vertical en su terracita, y arriba, en el terrado, han hecho un pequeño jardín. Que costó lo suyo, pero se agradece enormemente en esos días de clalor.

Al menos ahora, no solo no sufre todo ese calor, sino que además ahorra. Y le han dicho que el edificio es sostenible. ¿Querrá decir eso que es mejor? Sí. Para todo. Para todos. Para el futuro.
Va a ser que eso de la rehabilitación de edificios sostenibles tenía algo de razón…